jueves, noviembre 10, 2005

San Alberto

Se supone que este personaje histórico es el patrón de la facultad de ciencias. ¿Por qué? Una muy buena pregunta. No se sabe; porque para empezar creo que era monje y para colmo en la época en que vivió ni siquiera se conocía el método científico. Habríamos preferido que fuera Sir Isaac Newton nuestro patrón, pero parece ser que al amigo Ratzinger todavía no le ha caído lo suficientemente bien como para elevarlo a la categoría de santo. Por lo visto vivía en pecado y no realizó ningún milagro, aunque esto último es comprensible, porque cualquier cosa que hacía, era capaz de demostrarla con matemáticas y esas cosas raras que tanto asco le dan a los curas. También podía haber sido Galileo, pero después de la tangana que formó con lo de que la tierra gira en torno al sol, como que tampoco cae muy bien por las tierras vaticanas

Así que a falta de científicos beatificados, tenemos que recurrir a beatos que se interesaron por algo relacionado con la ciencia. Creo se decantaron por San Alberto por que se dedicó a observar la naturaleza y a clasificar especies animales y vegetales. Pero tampoco me hagan mucho caso porque su vida nunca ha entrado dentro del temario de ninguna asignatura; y si no sacamos tiempo ni para jugar a la Play, tampoco para conocer la vida de alguien tan remoto en el tiempo y que no nos dejó ninguna fórmula (este es el precio que pagamos por tantos años de ecuaciones y ecuaciones).

Al final todo se resume en una excusa perfecta para meter un día de fiesta en la facultad, que normalmente se suele convertir en varios; y que da paso a una enorme fiesta en el campus donde en vez de libros y pizarras sólo hay alcohol, comida (a las 3 de la tarde no se puede beber sin comer algo) y otras cosas que os podéis imaginar. Como casi todos los años, en esta ocasión creo que tendremos que acompañar a la cerveza con un frío considerable, posiblemente lluvia o alguna que otra sorpresa en forma de granizo o nieve. Toda una fiesta cargada de emociones fuertes.

Bienvenido sea San Alberto a nuestras vidas, y qué menos que ofrecer un brindis a su salud y a ver si este año vela mejor por sus pupilos y nos "ayuda" a aprobar un par de asignaturas de las jodías.

¡Salud!