lunes, octubre 10, 2005

El baile

Imaginaos la típica fiesta americana del instituto, en la que siempre se busca tener como pareja al tío o tía (según proceda) que esté mejor (físicamente hablando, claro). Seguro que todos hemos visto al menos en nuestra vida una película donde se dé esta situación, en la que nadie quiere bailar con la más fea. Se convertiría en la peor noche de nuestro protagonista y probablemente marcaría su vida.

Ahora imaginaos que en vez de una fiesta tenemos una carrera universitaria, en concreto mi carrera universitaria, y que en vez de elegir pareja para una noche, hay que elegir asignatura para todo un cuatrimestre. Si eliges una asignatura optativa callo (para continuar con el símil), no es que sea la peor noche de tu vida, sino que no te vas a sacar la carrera ni a la de tres con esa estrategia. Por eso que hay que elegir con mucho cuidado, para establecer un equilibrio entre lo que quieres aprender para el día de mañana y lo que quieres que se convierta en un simple número que añadir a la sumatoria, esforzándote al mínimo para poder conseguirlo.

De ahí que las alteraciones de matrícula se conviertan en una carrera de obstáculos para ver quien se hace con las pocas plazas que quedan para una plácida clase en la que es muy posible que sólo tengas que pensar en las musarañas para aprobar, al contrario de la asignatura infernal en la que el profesor se cree que su optativa es la única asignatura de todo el curso por el tiempo que quiere que empleen sus alumnos en ella.

Aquellas largas colas de cinco horas de una mañana de principios de octubre parece que han pasado a la historia. Ahora te dan una citación con día y hora para que no se convierta en un caos y no pierdas casi una semana de clase para poder cambiar las asignaturas. Pero en algunos casos no se sabe qué es peor. No es por quejarse por quejarse, pero si te dan citación para muy pronto, tampoco sabe uno qué asignaturas cambiar y ahí comienza otra carrera contrareloj entre qué quiero y qué puedo. Demasiada presión. Menos mal que por lo menos tenemos la oportunidad de cambiar de pareja de baile.