Y vuelta a empezar

Pues después del infierno vietnamita en que se ha convertido los exámenes de febrero, volvemos a la vida universitaria del café y tostada en las horas de las asignaturas más odiosas, las colas de la cafetería, presentaciones donde te prometen el oro y el moro y un sinfín de anécdotas y chascarrillos típicos de los comienzos de cuatrimestre. En estos primeros días la frase más pronunciada es la de cómo has salido. Cuando acabas de puta madre te alegras de que te lo pregunten. En el caso de salir peor parado que La Armada Invencible, haces todo lo posible para no escucharla o haciéndote el sordo si ya es demasiado tarde para huir del lugar donde no paran de bombardear con lo mismo. Pero como uno sabe bien encajar los golpes, sólo hay que mirar hacia el frente con la barbilla bien alta, para así contemplar lo realmente jodido que está el techo de los pasillos de la facultad, y asumir de una vez que no se pueden sacar los cuatrimestres estudiando el mes de antes, por mucho que el resto de la gente digan que sí lo hacen (se les nota que son bastante hipócritas).

Por cierto, he encontrado un artículo en Astroseti sobre teleclonación cuántica, que vendría a ser una mezcla entre la teleportación cuántica y clonación (me he partido con la definición). Lo mejor es leerlo un poco para darnos cuenta que por más que algunos critiquen a la serie de ciencia ficción Star Trek, sigue siendo fuente de inspiración para avance y aplicación (más esto último) de la física. Si a algunos le hacía cierta gracia cuando mencionaban a los motores iónicos y se descojonaban de la risa cuando se teleportaban, la primera se está aplicando en algunos vuelos espaciales (el más reciente creo que es en el satélite SMART-1 de la ESA, que se dedicará a cartografiar la superficie lunar) y la segunda va de camino. Creo que existía un par de aplicaciones más sacadas de esta serie, pero no me acuerdo de cuales eran. El caso es que seguro que algunos preferirían que se inventara el sable laser, pero ¿para qué lo queréis? Mira que el jamón se corta de puta madre con el cuchillo jamonero de toda la vida.