Confirmado

Después de veinte días de vacaciones, el total de horas de estudio creo que no ha llegado a las cuatro horas. Si tenemos en cuenta que he cargado con cerca de 8 kilos de apuntes y libros, a uno le queda la sensación de ser gilipollas.

Cargos de conciencia bastantes, cansancio mental cero. Y lo peor es que tras siete años haciendo lo mismo, nunca cambio.