lunes, diciembre 19, 2005

Ya'hstá

Hoy he superado mi propio record de permanencia en un exámen. Creo que ha estado en torno a los cinco minutos. Siempre me sabe mal abandonar un examen, aunque sólo sea para mirar las preguntas después de no haber estudiado nada. Para colmo esta vez sí que he estudiado, con lo que he salido bastante cabreado. No tenía ninguna esperanza de aprobarlo, pero tampoco creí que no iba a entender nada de lo que me preguntaban.

Lo más gracioso ha sido cuando justo antes de entregar el examen el profesor, ha dicho que se había arrepentido a última hora de haber puesto el examen tan fácil. Claro, en ese momento pensé que podía ser asequible y que incluso pudiera llegar a hacer algo. Craso error. Tres problemas extensos y tres horas para hacerlos. Sólo me ha bastado una ojeada de cinco minutos para saber que no había forma de aprobarlo. Uno de ellos sí que podría haberlo hecho tras invertir un buen rato, pero los otros dos no tenía ni idea. Así que viendo que no me iba a servir de nada y que tengo que entregar unos programas para mañana, he decidido cortar por lo sano.

Siempre te queda el consuelo (a veces pienso que es bastante estúpido), que por lo menos ya lo tengo estudiado para el parcial de febrero. Mejor habría que decir que ya lo tengo mirado, porque parece ser que no ha sido suficiente como para decir que ya lo tengo estudiado y asimilado, según el criterio del profesor